ESRA (E-Survey of Road Users' Attitudes)
Publicación el 18/06/2021
La velocidad excesiva o inadecuada a las condiciones es la principal causa de los accidentes mortales y es mencionada por las fuerzas de seguridad en uno de cada tres siniestros. En los accidentes mortales, este factor está sobrerrepresentado en las carreteras con límite de 70 km/h, lo que probablemente refleja la dificultad de los conductores para percibir la especificidad de estos tramos y tomar conciencia de los riesgos asociados.
Este factor es menos frecuente en las autopistas limitadas a 130 km/h. La velocidad influye tanto en la capacidad del conductor para adaptarse a las situaciones encontradas y a los imprevistos (distancia recorrida durante el tiempo de reacción, posibilidad o no de maniobra evasiva y distancia de frenado), como en la gravedad de las lesiones, debido a la energía que se disipa durante el impacto.
A pesar de los avances técnicos, los vehículos no están diseñados para resistir impactos a alta velocidad (por encima de 55 km/h en el momento del choque). Los dispositivos de seguridad —como los cinturones de seguridad, los airbags o la absorción de energía mediante la deformación— no son suficientes para proteger los órganos internos del cuerpo humano frente a fuerzas tan elevadas. De hecho, la mayoría de los accidentes mortales entre los ocupantes de vehículos de turismo se producen a velocidades residuales (tras el frenado) comprendidas entre 40 y 80 km/h.
Publicación el 18/06/2021
Publicación el 20/07/2020
Publicación el 14/04/2020