La conducción requiere una recepción permanente de información por parte del conductor, y un alto nivel de concentración para poder reaccionar rápidamente y tomar decisiones adecuadas. Esta atención puede verse puntualmente desviada por otras tareas, lo que reduce su capacidad para detectar los acontecimientos del tráfico y su capacidad de reacción ante incidentes.
En 2024, un déficit de atención (inatención o uso del teléfono u otros distractores tecnológicos) estuvo presente en el 24 % de los accidentes con víctimas, causando 419 fallecimientos en Francia.
Existen diversos tipos de distractores (visuales, manuales, cognitivos y auditivos) que pueden proceder de fuentes internas o externas al vehículo. La falta de atención también puede manifestarse a través del fenómeno conocido como “vagabundeo mental” (mind wandering), es decir, cuando el conductor está absorto en sus pensamientos.
Este riesgo es especialmente elevado entre los conductores noveles, cuyas capacidades atencionales son más limitadas, ya que la gestión de los mandos y del vehículo requiere una mayor movilización de sus recursos cognitivos. Este déficit de atención puede resultar particularmente problemático en situaciones de conducción nuevas o complejas.
Diversos estudios muestran que la falta de atención está presente —según el alcance que se otorgue al concepto de atención perturbada— en entre el 25 % y el 50 % de los accidentes con víctimas. Según un análisis multifactorial de las causas de los accidentes realizado por ASFA, la inatención estuvo implicada en el 15 % de los accidentes mortales en autopistas en 2023, y resulta más frecuente en los desplazamientos domicilio-trabajo. La Organización Mundial de la Salud advierte que el uso del teléfono móvil al volante multiplica por cuatro el riesgo de accidente.
Según el informe colectivo Ifsttar-Inserm, una comunicación telefónica multiplica por tres el riesgo de accidente material o con víctimas, y casi uno de cada diez accidentes de tráfico con víctimas estaría relacionado con el uso del teléfono mientras se conduce. Además, el riesgo es similar al telefonear con o sin dispositivos manos libres, debido al componente cognitivo de la distracción.
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